La apnea obstructiva
del sueño (detención de la respiración, AOS) es un problema de salud muy serio en nuestra sociedad hoy,
tiene consecuencias tanto médicas como de comportamiento importantes. Puede
generar ataques cardíacos y derrames cerebrales entre otros, además de
disminuir nuestra calidad de vida. Genera costos de manejo elevados y posee
opciones limitadas de tratamiento. Ante esto una de las mejores opciones es la
prevención, como también la detección temprana y tratamiento de las causas que
nos llevaron a poseer una AOS
Respecto a la cavidad
oral, tener el paladar elevado u ojival, arco dental angosto y mandíbula retraída
presentan riesgo de generar una AOS. Estas características asociadas a la
cavidad oral no eran comunes en tiempos prehistóricos y por esta razón quizás
en esa Era, no había alta incidencia de AOS. ¿Cuál es la diferencia con nuestra
época entonces? La alimentación. En tiempos prehistóricos predominaba el
amamantamiento, actualmente la alimentación con biberón es muy común.
Ante esto, nace la siguiente pregunta: ¿Pudiera ser que el uso del
biberón y el chupete esté contribuyendo a las anomalías de la cavidad oral que
ponen a las personas en riesgo del AOS? ¡La respuesta es “sí”!
¿Cómo influye la
acción del biberón, chupete y dedo en la alteración de la cavidad oral y por ende en generar una AOS?
1. Los recién
nacidos, están diseñados extraordinariamente para poder respirar y tragar al
mismo tiempo, esto es debido a la posición adelantada de la lengua (para poder
tomar inmediatamente el pecho al nacer), y la cercanía entre el paladar blando
y la epiglotis, lo que forma dos cámaras separadas, una para respirar y otra
para tragar.
2. Durante la
lactancia, la acción de la lengua puede ayudar a moldear la forma del paladar. Cuando
el bebé toma biberón, usa chupete o se chupa el dedo por periodos de tiempo
prolongados, la lengua no alcanza el paladar y la altura y anchura queda influenciada por el objeto que se encuentra
entre paladar y lengua, es decir, por la forma del dedo, chupete o biberón,
constituyendo a futuro un paladar estrecho y profundo o paladar ojival.
3. El uso de estos elementos, genera que la lengua
quede en posición baja dentro de la boca y que sumado al descenso de la epiglotis,
ahora ésta pueda retraerse o irse hacia atrás, por falta de espacio que generó
esta estrechez, y asi obstruir las vías respiratorias, que antes estaban separadas
de la cavidad bucal.
4.La alimentación con biberón, uso de chupete y
hábitos orales excesivos como chuparse los dedos ahora interfiere y cambia el
movimiento correcto de la lengua durante la deglución causando la protrusión (o
que se vaya “hacia adelante” al tragar) de la misma (deglución atípica, la cual
detallaremos en otro artículo en este mismo blog.) Esto tiene un efecto negativo
sobre la forma de la cavidad oral al imponer fuerzas anormales sobre los huesos
y dientes. Estas anomalías rara vez desaparecen por si solas. Generalmente
requieren tratamiento de ortodoncia y entrenamiento de la lengua para deglutir
adecuadamente.
5. Estas fuerzas crean los paladares altos ojivales, arcos dentales
angostos y estrechos y mandíbulas retraídas que ponen a los individuos en
riesgo de roncar y de sufrir de apnea del sueño.
Entonces, considerando lo anterior:
¿Es trascendental entonces para prevenir una AOS el amamantamiento?
Una vez que se posee un patrón anormal de funcionamiento, como una
lengua descendida,¿Es importante una re-educación motora de la cavidad oral, es
decir, volver a hacer que lengua y demás componentes de la boca, funcionen como
debe ser, para reducir el riesgo de que suceda una AOS?
Re-educación Motora, la base del tratamiento que hacemos en Diego Arévalo V, Kinesiologia Oral.
Re-educación Motora, la base del tratamiento que hacemos en Diego Arévalo V, Kinesiologia Oral.
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